HOSPITALIDAD EN UN MUNDO CAMBIANTE
El lugar de vuestro Capítulo es símbolo de fraternidad, apoyo y solidaridad con la Provincia polaca, y en particular con la Comunidad Drohobycz (en Ucrania), que está viviendo y sufriendo en primera persona la guerra; os habéis implicado muy profundamente como Hospitalarios en la prestación de asistencia humanitaria a las víctimas de la guerra.
Aquí estáis con vuestros colaboradores -partícipes de vuestra familia carismática- para iniciar el 70º Capítulo General. Sois 67 los hermanos que formáis parte de vuestro 70 Capítulo General. Representáis a una Orden hoy multicultural, extendida por nuestro planeta. Sois el símbolo viviente y la extensión de un carisma que ha perdurado desde hace 452 años.
El sueño de san Juan de Dios -iniciado en tanta precariedad allá en Granada- ha superado todas las expectativas. Hoy tenéis el deseo de ser “un Juan de Dios extendido en la historia: siempre llegando a nuevas fronteras y respondiendo a nuevos desafíos”.
Formáis un auténtico Sínodo carismático precisamente en este momento en que se celebra en Roma la segunda y última fase del Sínodo eclesial sobre la sinodalidad.
Aquí estáis para evaluar la andadura vuestra Orden y Familia carismática en estos últimos años:
Aquí estáis para celebrar el milagro de vuestra magnífica supervivencia como continuadores de san Juan de Dios. Y ahora os preguntáis cuál será el diseño de Orden que el Espíritu os prepara y ofrece para los próximos años.
¡Que Dios Padre y María Madre derramen sobre vosotros el Espíritu de la verdad y del amor!
Dividiré mi intervención en cuatro partes:
- I. Unidos en la Tradición y abiertos a la innovación
- II. El Capítulo como “evento”
- III. La Hospitalidad en un contexto cambiante: VUCA
- IV. Re-imaginar la hospitalidad: “el Espíritu extiende vuestra tienda”
I. Unidos en la Tradición y abiertos a la Innovación
1. La gracia de participar en el Capítulo General
Participar en un Capítulo General es una auténtica gracia de Dios, es un regalo muy especial que nunca merecemos.
Vuestra tarea capitular es pasiva y activa:
- pasiva, porque estaréis abiertos a la revelación del Espíritu Santo: Él será vuestro Inspirador y Consejero, como lo fue de vuestro santo Fundador. ¡No dejéis que ningún mal espíritu se apodere de vosotros y os amargue!
- activa, porque -movidos por el mismo Espíritu de Jesús- trabajaréis y modelaréis un nuevo sueño de hospitalidad y ofreceréis a vuestra familia carismática una versión actualizada del carisma y misión de hospitalidad, que os conduzca a “un nuevo amanecer” de la Orden. ¡No os dejéis dominar por la pereza, que no consiste en no hacer nada, sino en hacer mucho para que nada cambie!
El Espíritu Santo derramará sobre vuestra comunidad capitular las intuiciones carismáticas de san Juan de Dios, retraducidas en nuestro tiempo. Despojaos de pre-juicios, ideas pre-concebidas. Tenía razón Marcel Proust cuando escribió:
“El verdadero viaje de descubrimiento no consiste en buscar nuevos paisajes, sino en tener nuevos ojos”.
2. Un capítulo “parábola” de autogobierno
Vuestro modelo de autogobierno es un ejemplo de poder compartido para nuestra sociedad. No existe ahora entre vosotros -capitulares- una mente rectora individual que todo lo determine, ni una autoridad singular que imponga sus decisiones. Actuáis colegialmente. Que el carisma lo oriente todo desde su lógica misteriosa.
En el tiempo capitular seréis un modelo de autogobierno en la Iglesia, un modelo de sinodalidad y de mesas redondas. No sois una comunidad piramidal. O si lo sois, la pirámide está invertida, porque os sentís “los servidores de los siervos de Dios”.
II. El Capítulo como “evento”
1. La soberanía carismática y el evento
Vuestro Capítulo ha sido precedido de una excelente preparación, tal como he podido comprobar. Todo está bien programado. Pero no todo está hecho: tras la programación -signo de responsabilidad- viene el “evento”.
Los filósofos contemporáneos nos dicen que el evento interrumpe la continuidad del ser o la continuidad del pensamiento. La categoría de evento nos ayuda a pensar la novedad, el cambio y la transformación en el mundo cada vez más complejo y dinámico:
- El evento introduce novedad o diferencia y escapa a la causalidad simple y lineal como decía el filósofo francés Gilles Deleuze (1925-1995).
- El evento es una ocurrencia imprevisible, incalculable, que no tendría sentido en un marco de normalidad como dice el filósofo Alain Badiou (1937-)
- Slavoj Žižek caracteriza el “evento” como una ruptura radical, que interrumpe el curso normal de las cosas y cambia las coordenadas del campo en el que ocurre. Un evento auténtico sólo puede ser reconocido retrospectivamente, ya que altera nuestra percepción del pasado. El evento está vinculado a la posibilidad de cambio social.
El actual Sínodo y sus posibles consecuencias son un auténtico “evento” para la Iglesia.
Vuestro Capítulo general puede también ser un “evento” si escucháis la voz del Espíritu, las voces de la humanidad y de la creación. Estáis dispuestos a hacer de vuestro Capítulo General un auténtico “evento”. Y así lo expresa el tema que habéis elegido: “La Hospitalidad en un mundo en cambio”.
Si el Capítulo está atento a este contexto de seguro que este Capítulo será un “evento” dentro de la historia de la Orden. El Espíritu de Dios Padre y de Jesús os agraciará con una novedad sorprendente.
Y para que todo resulte así, ¡buscad -con sabiduría y generosidad- a los candidatos de Dios para que lideren a la Orden en un tiempo nuevo y sorprendente!Sois conscientes de que en vuestro Capítulo General se concentra el poder carismático de la Orden. Sois como un campo magnético en el que subyace la energía del Evangelio, la seducción del Espíritu, el carisma de san Juan de Dios.
2. LA CONCENTRACIÓN DEL PODER CARISMÁTICO
Donde hay tanto poder concentrado, de seguro que sucede algo imprevisible. Sois ahora la instancia suprema de vuestra orden. Formáis el “collegium” carismático de san Juan de Dios en el siglo XXI. En este momento se os ha confiado el gobierno de la Orden. La Iglesia confía en vuestras decisiones y de seguro las aprobará y estimulará.
III. La Hospitalidad en un Mundo Cambiante – VUCA
La hospitalidad es el corazón de vuestro carisma. Vuestra hospitalidad tiene rasgos carismáticos muy definidos a partir ya de la configuración profética y desmesurada que Juan de Dios le dio.
Lo que sí ha cambiado es el contexto histórico. Y tarea vuestra como Capitulares es reconfigurar el carisma en un nuevo contexto que habéis definido como “hospitalidad en un mundo cambiante”. Meditemos brevemente sobre este lema y lo que nos puede sugerir en este momento de la humanidad.
1. El contexto “VUCA”
Hoy se describe este mundo cambiante con cuatro letras iniciales que forman el acrónimo VUCA:
- Volatilidad -cambios rápidos y a menudo impredecibles-,
- Incertidumbre -dificultad en prever eventos futuros y sus impactos-
- Complejidad -las situaciones tienen múltiples factores interrelacionados-
- y Ambigüedad -falta de claridad en la interpretación de los eventos.
Y si así es nuestro contexto histórico -volátil, incierto, complejo y ambígüo-, entonces vuestra hospitalidad ha de actuar en ese contexto. Vuestra hospitalidad necesitará nuevas características:
- agilidad y flexibilidad para adaptarse a las nuevas situaciones que requieren hospitalidad;
- empatía en tiempos de incertidumbre,
- innovación y nuevas ideas ante nuevas emergencias
- y resiliencia para recuperarse rápidamente de las adversidades y mantener un alto servicio de hospitalidad en situaciones nuevas y sorprendentes.
Si el mundo VUCA -volátil, incierto, complejo y ambígüo- afecta a las empresas, a las organizaciones y a las sociedades, también afecta a la Iglesia y, dentro de ella, a vuestra Orden hospitalaria. La profecía en este contexto os sitúa ante una sociedad en constante cambio, os enfrenta a la incertidumbre, a lo imprevisible y sorprendente, a lo ambiguo.
La filosofía y el pensamiento posmoderno -por su parte- nos dicen que ya no estamos sólo en el mundo de "lo complicado", sino de "lo complejo"; no en el mundo de las "certezas" sino de las "incertidumbres"; no en el mundo de lo permanente", sino de lo "volátil e inestable". Nos encontramos en un contexto que no debemos desconocer.
2. La “estrategia” como respuesta
Os toca, como capitulares de este tiempo, despertar en la Orden el anhelo de la hospitalidad en este contexto definido como VUCA.
La respuesta más adecuada al contexto VUCA no es “la programación” -a la que hemos estado tan acostumbrados-. La respuesta en un contexto de incertidumbres es “la estrategia”.
La estrategia en tiempos de incertidumbre es la capacidad de adaptarse rápidamente, mantener la resiliencia y colaborar eficazmente para navegar hacia objetivos claros en un entorno cambiante.”
Si en tiempos pasados la estrategia se definía ante todo en clave militar, hoy, en un contexto VUCA, la estrategia resalta la importancia de la flexibilidad, la capacidad de aprendizaje y la creatividad en la formulación y ejecución de proyectos en entornos volátiles, inciertos, complejos y ambiguos. Hoy la estrategia ha de definir el nuevo liderazgo y la docilidad al Espíritu.
Vuestros ministerios de hospitalidad requieren hoy “nuevas estrategias proféticas”, es decir, un plan de acción a largo plazo para alcanzar ciertos objetivos dentro del contexto desafiante e incierto. En momento de profundos cambios e incertidumbres se necesitan “estrategias proféticas”.
No estáis solos en este viaje. El Espíritu Santo está entre vosotros y Él os llevará a la verdad completa, a ser “estrategas proféticos de hospitalidad” y transformar los obstáculos en oportunidades.
No dudéis de que éste será un tiempo profético, un tiempo de revelación a través de la liturgia, la oración comunitaria y personal, la adoración, la interpretación de la realidad, las conversaciones en el Espíritu y las inspiraciones inesperadas.
IV. Re-imaginar la Hospitalidad: el Espíritu extiende vuestra tienda
1. PEREGRINACIÓN Y HOSPITALIDAD
La sinodalidad y la peregrinación, como práctica social y espiritual, os pone alerta porque quienes están en camino o peregrinación o inmigración necesitan hospitalidad e inclusión. Los peregrinos dependen de la acogida y la generosidad de las comunidades que encuentran en su camino, lo que crea oportunidades para el intercambio cultural y la inclusión social. En la peregrinación o inmigración se da el intercambio simbólico.
La hospitalidad en el mundo cambiante de hoy vista a través de lentes filosóficos y teológicos requiere un enfoque expansivo, ético y adaptativo. Nos desafía a encarnar la bienvenida divina, cerrar las divisiones humanas, resistir las fuerzas excluyentes, equilibrar la tecnología con el toque humano, practicar la administración ambiental y crear nuevos espacios de pertenencia. Esta hospitalidad re-imaginada tiene el potencial de abordar algunos de los problemas más apremiantes de nuestro tiempo, fomentando la conexión y la comprensión en un panorama global cada vez más complejo.
Al reunir estas diversas perspectivas teóricas, "En busca de la hospitalidad" proporciona un marco integral para comprender la naturaleza compleja y multifacética de la hospitalidad tanto en contextos sociales como comerciales.
2. Re-imaginar la hospitalidad: el Espíritu extiende nuestra tienda
La idea de "Comunidades de Hospitalidad" ha surgido como una forma radical y evangélica de vivir este valor. Estas comunidades no solo deben acoger al forastero, sino también ser espacios donde se fomente el intercambio cultural y social. En este contexto, es vital presentar la hospitalidad a las nuevas generaciones como un elemento central de vuestra misión y vivencia.
"Comunidades de Hospitalidad" que vivan radicalmente el Evangelio es la visión que hemos de ofrecer a las nuevas generaciones, recordando que nuestra misión es acoger al forastero y cuidar a los necesitados.
Re-imaginamos la hospitalidad en este tiempo cuando construimos comunidades de hospitalidad donde todos sean bienvenidos, donde se fomente el diálogo intercultural y donde cada individuo pueda experimentar el amor divino a través del otro; donde la comunidad se pueda transformar en comunidades-refugio para todos aquellos que buscan acogida.
La hospitalidad nos lleva también a constituir espacios sagrados: es decir, espacios de inclusión que trascienden las fronteras religiosas tradicionales y reflejan la esencia espiritual del acto de acoger.
La crisis ambiental actual nos pide re-imaginar no solo la hospitalidad mutua entre nosotros y con los demás, sino también la hospitalidad hacia nuestro planeta. Hoy la hospitalidad incluye el compromiso con el cuidado del medio ambiente. La teología de la creación proclama que el planeta Tierra es la casa que Dios nos ha regalado a todos. Tenemos el deber ético de ofrecérsela a las próximas generaciones como una auténtica casa y no como un estercolero.
3. Presentar la hospitalidad a una nueva generación
Hoy es necesario presentar la hospitalidad a una nueva generación: Para los primeros cristianos, la hospitalidad era un elemento central de la misión evangélica. Esta hospitalidad no consistía en agasajar a los vecinos, sino en acoger al forastero, especialmente a aquellos que no podían devolver el favor. Sin embargo, a pesar de la urgente necesidad, la hospitalidad se ha quedado en el camino. La obra clásica de Christine Pohl, Making Room, se refirió por primera vez a esta cuestión en 1999. Y sigue siendo igual de relevante hoy en día, con la crisis de los refugiados, el aumento de las personas sin hogar y la creciente soledad y aislamiento.
Es necesario presentar la teología de la hospitalidad a una nueva generación: combinando la investigación bíblica e histórica con la experiencia en comunidades cristianas contemporáneas.
Conclusión: La responsabilidad del fragmento respecto al Todo
El mundo necesita más, muchos más hermanos de san Juan de Dios. Y necesita el carisma de san Juan de Dios vivido por una y cada vez más extensa e intensa “Familia carismática de san Juan de Dios”. Nuevas personas y nuevos lugares y espacios os están esperando para que también allí sea plantado el carisma.
Sois el fragmento del Todo, que es la Orden del pasado, del presente y la del futuro. Formáis el número simbólico de 67 hermanos. En ustedes se hace presente toda la Orden desde su origen hasta hoy, del cielo y de la tierra y la orden de las nuevas generaciones que vendrán.
¡Que Dios les inspire, bendiga y les conceda la santa audacia en esta noble y santa tarea!