H. Jesús ETAYO, Presidente del Capítulo General
Un saludo fraterno :
Como Hermano de la Orden Hospitalaria me hago presente en el Capítulo por medio de esta carta y por medio de la oración. También nuestra comunidad de Zaragoza os va a tener muy presentes en la Eucaristía de cada día y en la oración de la tarde. Os tenemos en lista hasta que termine el Capítulo, pidiendo al Señor que os acompañe el Espíritu para el bien de una Hospitalidad cada vez más evangélica, como fue la de nuestro Padre San Juan de Dios .
En vista del presente Capítulo General he llevado a la oración cinco sueños que me parecen importantes para una renovación espiritual de la Hospitalidad. En mis dudas si enviároslos he consultado en la oración a San Juan de Dios y me ha sugerido e impulsado a enviaros estos cinco sueños. Acogedlos con el mismo espíritu que los formulo.
1. Sueño una Hospitalidad más evangélica, mística y espiritual:
- donde no nos vean tanto como empresarios y administradores, sino como evangelizadores;
- donde los comités de dirección presten más atención a los valores institucionales y no solo a los técnicos y administrativos.
2. Sueño una Hospitalidad al estilo de San Juan de Dios donde sea real:
- que el enfermo se ponga al centro de toda la actividad;
- que los comités de dirección sean verdaderamente animadores del estilo de asistencia integral, holística;
- que se trabaje en equipo y no en forma de islas.
3. Sueño una Hospitalidad:
- donde el religioso se sienta integrado, en su propia casa, participando, animando, testimoniando;
- donde el sentido de la misión compartida sea una realidad y no se quede en teoría;
- donde la comunicación sea ágil y continua y ayude a reforzar y mantener el sentido de sinodalidad y de “pertenencia”.
4. Sueño una Hospitalidad:
- donde las futuras vocaciones sean atraídas por el testimonio de vida de los religiosos y de los laicos en el modo de hacer Hospitalidad – “el estilo marca la diferencia”;
- donde tengamos la firme voluntad de salir de nuestros bunkers y sacristías y estar en medio de la gente;
- donde traduzcamos bien nuestras palabras y gestos – “no curamos cuerpos, sino personas”, y para ellas ponemos todos los medios, también los espirituales;
- donde tengamos el coraje y la fuerza espiritual de ir a temas hospitalarios y sociales de mayor necesidad y testimonio;
- donde estemos más integrados en la Iglesia local.
5. Sueño una Hospitalidad:
- donde el verbo cuidar sea un ejercicio comunitario apreciado;
- donde se viva la Hospitalidad durante toda la vida, incluso durante la edad de Jubilación: Jubilado sí de algunas tareas, pero no de la misión;
- donde la Hospitalidad del jubilado sea una Hospitalidad de Oro: dar gracias, vivir en paz, con sabiduría y esperanza y animar con la oración la Hospitalidad que realizan los demás.
Sueño, finalmente, que el Espíritu sea el gran presente y Animador de nuestro Capítulo General 2024. Que Ntra. Sra. del Patrocinio y San Juan de Dios os bendigan ¡Mucho ánimo y adelante!
+ José L. Redrado, OH
Zaragoza, 12 octubre 2024